miércoles, 30 de noviembre de 2011

Despierta a la vida



No creo que se pueda decir más con menos palabras. Muchas veces nos aislamos, no prestamos atención a lo importante, enfrascados en lo que pensamos que tiene importancia. Dentro de la línea de campaña Despierta a la vida, creada por McCann para Nescafé México, la entrega del hipnotista es sin duda la que mejor partido le saca. ¿No os gustaría poder parar el tiempo?

9 comentarios:

David Martín dijo...

Genial, una pasada, ya me gustaría parar el tiempo y modificar algunas cosas.

Besos

Inés dijo...

Claro que sí David, los relojes deberían venir con pause y así poder parar unos segundos a reflexionar antes de hacer algo. Qué útil.

Sr. A. dijo...

Es curioso, cada vez más publicidad tiende a insistirnos en que nos olvidemos de nuestro ombligo, de nuestro pequeño mundo virtual, y salgamos a la calle a crear sonrisas.

El mensaje es bello, pero supongo que es inevitable tener algún pequeño escalofrio cuando son las grandes marcas las que nos dicen eso... yo, al menos, no puedo evitar que me venta un pensamiento a la mente: "¿qué plan tendrán? ¿Qué querrán venderme?"

Sr. A. dijo...

Ah, eso sí: el spot es cojonudo.

Inés dijo...

Sr. A. no te preocupes, las grandes marcas como Nescafé lo que están intentando es ser cercanas y más humanas. Hablar de los problemas de las personas de ahora, crear comunidades en las que haya diálogo. ¿Qué ganan? Que hablemos de ellos, que tengamos una imagen cercana y conocer lo que pensamos de ellas de primera mano. Yo no lo veo mal. Desde luego el 2.0 es un planteamiento mucho mejor que el de antes. ¿No crees?

Sr. A. dijo...

El 2.0 me parece, tal y como menciono en mi blog, un "que todo cambie para que todo siga igual". Como todo, nada es ni bueno ni malo en su totalidad, y todo tiene luces y sombras. Pero nos hemos creado la percepción de que el hecho de poder comentar algo en el perfil de una marca o poder escribir un tweet y que lo lean 10.000 personas cambia las cosas... y no, lo que cambia las cosas es la reflexión, la (auto)crítica el, realmente, consumo exigente. Y eso no lo veo, por mucho que la gente ahora parezca mucho más comprometida con las marcas.

Yo lo único que veo es un montón de gente con una extraña necesidad compulsiva de sociabilidad y de sentirse importante, que se quedan satisfechas porque una marca les dice "que si, que si, que sois importantes, que la vida es bella y nosotros somos buenos".

Así que... intento ser optimista, pero el 2.0 y las marcas me da más miedo aún. Esto es como cuando defienden la sobresaturación de información frente a una información más limitada: "si es más, no puede ser malo"... ¿seguro? ¿seguro que la gente ahora es más crítica de verdad, o solo nos lo creemos porque podemos exigir decidir que sabor de patatas fritas debe sacar una marca?

En fin, si se trata de consumismo, grandes marcas y 2.0, no puedo evitar un tremendo escepticismo.

Inés dijo...

Sr. A, el escepticismo es importantísimo hoy en día, que nos llegan mensajes por todos lados. El 2.0 tiene cosas buenas, normales y malas, eso está claro, alguna buena por ejemplo es que las marcas le hayan retirado la publicidad al programa La Noria de Tele5 por aclamación popular. Alguna mala es que la frontera entre publicidad y comentario espontáneo está más borrosa que nunca. Un saludo, me encanta tu blog y tu postura crítica.

Pablo Langa dijo...

El escepticismo es la aplicación práctica de la duda metódica, siempre que vaya seguido de reflexión, claro. No se trata de dudar por dudar, sino por averiguar qué hay detrás de lo que nos proponen.
Es el primer paso de la liberación personal y el libre pensamiento.
Felicidades por el Blog.

Inés dijo...

Hola Pablo,
Efectivamente, intentar averiguar qué hay detrás de lo que nos proponen es lo mejor que se puede hacer para que las cosas nos vayan bien. Desde luego hay que aplicarlo a todo.
Un saludo y gracias por el consejo.

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